El nombre de Jorge viene del griego y significa: "agricultor, que trabaja en la tierra". A pesar de la popularidad de San Jorge, se conocen muy pocos datos de él, y casi todas sus noticias se basan en leyendas y tradiciones que han pasado de boca en boca a lo largo de los siglos. Todos los historiadores y escritores de libros de santos, suelen coincidir en que fue un soldado romano, nacido en el siglo III en Capadocia (Turquía) y que fue martirizado a principios del IV, probablemente en la ciudad de Lydda, la actual Lod de Israel en tiempo de los emperadores Diocleciano y Maximiliano.
En las estampas que se difunden sobre el santo, hay un detalle que no nos puede pasar por alto: el escudo. En él, hay una cruz roja sobre fondo blanco. Esta cruz es la conocida "Cruz de San Jorge" y figura en muchas representaciones gráficas de Jesucristo resucitado, donde sale victorioso del sepulcro: Cristus Rex. Si hacemos un estudio del tema, podemos decir que la cruz, símbolo de derrota y de muerte, se convierte en el caso de Cristo y de sus mártires, en signo de victoria y de vida. En este caso, la cruz es signo de victoria.
El culto a San Jorge surgió poco tiempo después de su muerte, primero entre las comunidades cristianas de Oriente y después entre las de Occidente. Es el patrono de Inglaterra (su devoción fue llevada por el rey Ricardo I, a su regreso de las Cruzadas) Lituania, Polonia, Portugal, Rusia, Georgia, Lituania Serbia y en España, de Cataluña y de Aragón
Oración a San Jorge
San Jorge, queremos recordarte como te recuerda la antigua tradición. Tú abandonaste los éxitos militares y distribuiste tus bienes entre los pobres. Tú abandonaste a los dioses poderosos del Imperio para seguir al Mesías crucificado. Tú abandonaste la seguridad de tu linaje para unirte a la comunidad de los cristianos. Tú diste la vida por amor al Evangelio. San Jorge, mártir, compañero fiel de Jesús. Nos gusta recordarte en la luz de la Pascua; nos gusta recordarte potente en el combate contra todo dolor y toda esclavitud. San Jorge, mártir, compañero fiel de Jesús. Ayúdanos a enamorarnos del Evangelio, ayúdanos a vivir esa fe que tú tan intensamente viviste, ayúdanos a hacer posible que todo el mundo pueda sentir la felicidad de la primavera. Amén
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